La licenciada en Educación Básica Con Énfasis En Humanidades, Lengua Castellana e Idioma Extranjero: Inglés, Yanira Rodríguez Bautista, egresada en 2018, ha sido reconocida por su participación en el Concurso Nacional de Escritura 2024, en la nueva categoría de crónica.
Su texto, titulado Hasta el fin del mapa, fue seleccionado como uno de los 40 escritos ganadores a nivel nacional. En esta obra, la autora destaca el papel transformador de la educación en contextos rurales, visibilizando cómo la labor docente contribuye a la construcción de paz en territorios marcados por la desigualdad y el conflicto. A continuación, compartimos su historia, ejemplo del compromiso y la vocación que distinguen a nuestros egresados UNAC.
«Hasta el fin del mapa» la crónica de Yanira Rodrígues que relata la pasión docente por la enseñanza en las zonas rurales de Colombia
El 5 de marzo cerraban las inscripciones el Concurso Nacional de Escritura, en este año con un título muy especial “Historias de paz”, y con una segunda novedad, abrían una nueva categoría: crónica.
En los años anteriores había participado en cuento; entonces decidí apostar y escribir una crónica que reflejara cómo a través del trabajo en la educación se puede aportar a la paz y dejar miles de historias escritas no solo en papel, sino en cada uno de los corazones de las personas que se llegan a tocar gracias a esta labor.
La crónica titula “Hasta el fin del mapa” y relata la historia de tres docentes rurales y su travesía para llegar a impartir sus clases hasta la vereda donde se encuentran los niños, donde la educación puede ser la única posibilidad de avanzar frente a las limitaciones del territorio y otras tantas, fruto del conflicto que como país vivimos. El 3 de abril recibí la llamada que me notificaba que mi crónica había sido seleccionada como una de las ganadoras, fue muy emocionante saber que al final mi trabajo había sido reconocido y que se juntaba a otros treinta y nueve escritos que formarían el libro de “Historias de paz”.
El 24 de abril se llevó a cabo la premiación en Bogotá, donde nos conocimos entre ganadores, compartimos nuestras historias y la pasión por la lectura y escritura, y una vez más, fue muy gratificante recordar que todas las cosas ayudan a bien de los que aman a Dios y que cada profesión es el ministerio que podemos ejercer en favor de nuestros semejantes.
